La billetera de campaña de la derecha: análisis revela que Chile Vamos cuenta con 188% más de aportes que la oposición para candidatos a constituyentes
Parte de la derecha se resiste a la suspensión de campañas y así lo ha hecho ver en la tramitación de la reforma que posterga las elecciones para el 15 y 16 de mayo. Según la secretaria general de la UDI María José Hoffmann, parar las campañas es una decisión “irracional”, porque “solo favorece a los extremos”. Pero en la oposición replican que son “las candidaturas millonarias que tienen plata de sobra para defender el modelo” las que quieren mantener las campañas, como señala la diputada y presidenta de RD, Catalina Pérez. Las aprensiones de la oposición respecto al peso del dinero en las campañas tienen fundamento, si se consideran los datos de un estudio de la firma de data science Unholster sobre los ingresos por listas.
En el trámite del proyecto que establece la postergación de las elecciones para el 15 y 16 mayo, uno de los nudos principales es el de la suspensión de las campañas. Parte del oficialismo, principalmente la UDI, se resistió a congelar el proceso -pese a que la idea fue propuesta por el propio Gobierno- mientras la oposición enrostró a Chile Vamos que mantener las campañas solo favorece a los candidatos con más recursos, vale decir los postulantes del oficialismo.
Finalmente, en la Cámara y en la Comisión de Constitución del Senado se aprobó una nueva disposición transitoria que suspende la campaña electoral desde 24 horas del día de publicación de la reforma hasta las 24 horas del 28 de abril, retomándose entre el 29 de abril y el jueves 13 de mayo.
Dicha suspensión contempla la propaganda electoral en prensa y radio, así como en espacios públicos. Sin embargo, se permite la presencia de fotos o carteles en espacios privados como también la transmisión de las radioemisoras de información electoral de utilidad para la ciudadanía.
Choque UDI-oposición
Pero la norma aprobada causa molestia en el oficialismo. Desde la UDI, la secretaria general María José Hoffmann reiteró este viernes en El Mercurio su rechazo a la suspensión, señalando que se trata de una decisión que “fue tomada con calculadora en mano”. Además, la catalogó como “irracional”, porque “solo favorece a los extremos”. “Las campañas también ayudan a movilizar a los electores para que ellos vayan a las urnas y prohibirlas atenta contra la participación electoral”, dijo.
En la oposición han cuestionado duramente la resistencia de la UDI a parar las campañas. “Obvio, sus candidaturas millonarias las financian los dueños de Chile. Hay plata de sobra para defender el modelo”, cuestionó la diputada y presidenta de RD, Catalina Pérez.
Los datos de Unholster
Estas aprensiones de la oposición respecto al peso del dinero en las campañas tienen asidero, de acuerdo a los últimos datos disponibles.
De hecho, un análisis de la firma de data science Unholster que publica hoy La Tercera revela que hasta el 19 de marzo, antes que se anunciara la posible suspensión de los comicios para el 15 y 16 de mayo, los ingresos totales de la lista de centroderecha suman $ 7.656 millones para las elecciones municipales, de gobernadores regionales y de convencionales constituyentes.
En total, la cifra es un 50% superior que los recursos recaudados por la lista de Unidad Constituyente, que llega a $ 5.103 millones, y un 670% más de los con que cuenta el Frente Amplio, que han recaudado un total de $ 986 millones. Esto, considerando los aportes de personas naturales, créditos de los candidatos, financiamiento propio y también de los partidos políticos, precisa la publicación.
La brecha se acentúa para los comicios constituyentes, donde la derecha ha puesto casi todas sus fichas. En esta campaña, la diferencia entre Chile Vamos y la Unidad Constituyente aumenta a 188%, $3.223 millones versus $1.121 millones, respectivamente.
En cambio, en concejales, Unidad Constituyente concentra más recursos que Vamos por Chile, lo que se refleja en una diferencia de 45% a favor de los partidos de centroizquierda.
La muestra considera solo los ingresos, incluyendo créditos, sin tener en consideración otros gastos de campañas, como el trabajo de los voluntarios, el cual luego puede ser reembolsado por el Servel al ser considerado gasto electoral.