El efecto del orden en la papeleta de constituyentes: 68% de los elegidos iban en la posición 1 o 2 de su lista

 

Un análisis de DecideChile, plataforma electoral de Unholster, muestra que de los 138 candidatos electos, sin contar los escaños reservados, 53 estaban en el primer lugar de su lista y 42 en la segunda posición, los que por las normas del "modelo cebra" eran ocupados por mujeres y hombres, respectivamente.

Que la posición importa en las elecciones es algo que se sabe. Y más cuando hay una cantidad amplia de candidatos. Sin embargo, igual el dato es muy llamativo: de los 138 aspirantes electos a la Convención Constitucional -es decir, sin considerar los escaños reservados-, más de dos tercios ocupaban el lugar 1 o 2 en el orden de su lista en la papeleta, lo que equivalía, en ambos casos, a ser la primera mujer y el primer hombre, respectivamente.

Es el hallazgo de un análisis hecho por DecideChile -plataforma desarrollada por la empresa experta en Big Data y desarrollo de software Unholster–, que buscó ahondar en uno de los efectos más clásicos de las decisiones electorales. “En tiempos de elecciones siempre existen dudas acerca de si el lugar en el voto entrega cierta ventaja o no, y quisimos poner un poco de luz en esa caja negra”, dice Cristóbal Huneeus, director de Data Science de Unholster y fundador de DecideChile.

En este modelo, aparecieron 53 candidaturas electas en la posición 1 y 32 en el lugar 2 de su lista. Para el estudio, se consideraron todos los candidatos, excepto los que competían por un escaño de pueblos indígenas -que entregaban 17 de los 155 cupos-, y se analizó el lugar que ocupaba cada candidato en su lista, además de la mediana de votos de cada uno como mejor predictor de la diferencia con otros candidatos. ¿Por qué no el promedio? Porque en el caso de personas que sacaron muchos más votos, sus cifras exageran la diferencia: en el caso de la mediana no ocurre eso.

“Hay contundente evidencia que apunta a que ir primero en el orden en que apareces en la papeleta tiene ventajas en términos de los votos recibidos y nuestro análisis así lo confirmó. Si bien el efecto no se dio en todas las listas, y se vio más en la de Apruebo Dignidad, Lista del Pueblo y Nueva Constitución, creemos que el hecho de que 95 de los 138 candidatos electos -sin contar los candidatos a escaños de pueblos indígenas- estuviesen en el primer y segundo lugar es algo digno de analizar”, asegura el gerente general de Unholster y también fundador de DecideChile, Antonio Díaz-Araujo.

Efecto en elección y votos

El análisis lista por lista apunta a una diferencia importante en la cantidad de sufragios. Por ejemplo, en el caso de la Lista del Pueblo, la candidata que iba primera en la lista -siempre una mujer, de acuerdo a la legislación- tuvo una diferencia de casi cuatro mil votos con el segundo lugar. Y si bien en la lista de Independientes por una Nueva Constitución (Independientes No Neutrales) la diferencia es menor, sí se nota en ambas una fuerte caída en la votación a medida que el candidato se aleja del primer lugar en la papeleta.

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Pasa algo similar en el caso de la lista de Apruebo Dignidad: acá se observó una fuerte preferencia por la primera postulante, sin demasiada distancia entre las personas que ocupaban entre el segundo y el sexto lugar.

En tanto, en La Lista del Apruebo (partidos de la ex Concertación) y Vamos por Chile, el comportamiento es un poco distinto: la primera de la lista no saca más votos que el segundo, pero sí ambos tienen más preferencias que el resto de las posiciones.

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El resultado es algo que los expertos electorales apuntan como habitual en elecciones con múltiples candidatos y en un sistema de listas, donde además -a diferencia de los comicios parlamentarios- la papeleta no hacía separación entre los distintos subpactos al interior de un bloque, sino que presentaba un único listado que se intercalaba entre los distintos géneros.

“Es un comportamiento esperado que ya se ha dado, al menos, en elecciones de concejales y de consejeros regionales. En escenarios altamente fragmentados, existe un efecto muy significativo de la posición del candidato o candidata en la papeleta, y su éxito electoral”, dice Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca. “Presumiblemente, los partidos escogen a sus figuras más populares para encabezar la lista, pero en varias investigaciones hemos concluido que el “bono electoral” se produce sin perjuicio de esa popularidad. Es decir, se favorece al primero de la lista, independiente de si esa figura es o no conocida por los electores”, agrega.

En particular, en la elección de constituyentes los análisis apuntan a que podría haber ocurrido una situación adicional: que muchos de los votantes se decidieran más por las listas que por los candidatos a la hora de votar.

“Cuando hay mucha información, el cerebro necesita reducirla para poder tomar decisiones. Y la manera de reducirla es ir de lo particular a lo general: es decir, si tú no tienes claridad exacta respecto de la persona específica por la que vas a votar, vas a algo más general, que pueden ser las listas o los partidos políticos. Y eliges a una persona dentro de la lista”, apunta Cristián Valdivieso, fundador y director de Criteria. “Ahí, evidentemente, quien está primero o está segundo en las listas, en general los tres primeros lugares, se ven favorecidos por esta necesidad de reducir información. Es una cosa psicológica”, refuerza.

“Los electores, muchas veces, tienen claridad respecto de la lista por la que van a votar, pero como existen tantos candidatos en competencia, el costo de información para conocer las plataformas programáticas de cada uno es excesivamente alto. El atajo informacional, entonces, lo constituye el nombre de la lista o del partido político, y el votante tiende a marcar la primera opción que figura en la papeleta”, complementa Morales.

“El orden de la lista afecta por quién voto en esa nómina, no la preferencia entre listas en competencia. A raíz de eso surge la interrogante: ¿En las próximas elecciones debieran colocarse al azar o por sorteo los lugares de los candidatos en la papeleta? Con datos duros en la mano, parece que hay que evaluarlo”, dice Antonio Díaz-Araujo.

 
La TerceraGuest User