Servel: lo que no hay que hacer con los datos

 

SEÑOR DIRECTOR:

La historia de internet está plagada de debilidades. Siempre se han filtrado secretos o información sensible. La gran diferencia es la velocidad con que hoy se propaga. Hace décadas, trabajando para Yahoo!, en un par de horas se filtró la base de datos de correos electrónicos de sus usuarios, pero se propagó a los rincones más lejanos de Silicon Valley.

En Chile durante el estallido social tuvimos una filtración de datos que afectó a las Fuerzas Armadas, en particular a Carabineros, donde se expusieron viralmente mensajes de texto, rangos y sueldos, entre otros. ¿Qué riesgos se corren para la seguridad nacional tanto de la óptica de nuestros vecinos como desde la perspectiva de la ola de criminalidad que nos afecta? Podemos minimizarlo, pero saber rangos de oficiales, dónde viven, con quiénes están casados, abre un espacio infinito para el delito. Es grave, es muy grave.

Hace dos noches, el Servel tuvo disponible en su sitio web un archivo sobre la participación de los casi 15 millones de ciudadanos en los comicios de 2021, como informó La Tercera. Información a la que nadie puede tener acceso, establecido por ley. Pero durante horas se pudo conocer Rut, edad, género, nacionalidad y militancia política de cada votante.

Podrá haber diferencias con lo ocurrido con las FF.AA., pero es el mismo patrón: falta de procesos o accesos privilegiados, evitando mencionar mala intención. Lo del jueves, al igual que lo de octubre de 2019, es una esclusa que será difícil de cerrar, pero su mayor gravedad es que afecta a todos los chilenos por igual y no cumple con el contrato que tiene el Servel con la ciudadanía.

Esta es la forma de destruir una institución que hoy por hoy es de las pocas que cuenta con credibilidad en medio de la crisis actual, una prueba de ello es la débil respuesta del Consejo.

Antonio Díaz- Araujo

Gerente general de Unholster y fundador de DecideChile