Latinoamérica 2050: Datos como motores de cambio

 

Por: Cristóbal Huneeus, director de Data Science de Unholster

¿Serán los próximos 30 años para América Latina económicamente iguales a los anteriores, donde a la región le fue relativamente peor que al mundo en términos de crecimiento? Ese fue el foco del reciente seminario "LatAM: The Next 30 Years" organizado por la gestora de fondos Moneda.

Aunque la región esté bien posicionada para la transición energética, como nos recordó el presidente del BID, llan Goldfajn, en el evento, a mi parecer, el desafío está en el uso de tecnología para ser más productivos y dar el salto al desarrollo. En este tema, la economista María "Cuky" Pérez, dio en el clavo en su exposición.

Según ella, cuando el foco de la empresa está en resolver el problema de los clientes, el nuevo paradigma es que el dato duro es el que manda, no la tecnología o el gerente. Son las cifras las que señalan qué está funcionando o qué está haciendo agua.

Si la empresa busca anticipar o predecir el comportamiento de los clientes, es esencial contar con datos. Sin datos, la inteligencia artificial (IA) no es aplicable. ¿Qué podrías predecir sin información? Pérez también expuso una situación preocupante: en Chile muy pocas empresas están preocupadas de los datos y aún menos de la IA.

De acuerdo con un análisis realizado por Unholster y que la economista presentó en el seminario, de las 327 cartas enviadas por presidentes de compañías reguladas por la CMF a sus accionistas y publicadas en las memorias anua-les, solo el 5% menciona datos y un 4,3% hace referencia a la IA. Y aunque muchos hablan sobre innovación, lo hacen con un enfoque ambiguo y bastante intangible.

Y no basta con mencionar los datos e IA en las cartas de los líderes de directorios a sus accionistas. Poner al centro los datos tiene serias implicancias para la gobernanza de toda organización. En empresas tecnológicas el gobierno de datos juega un rol estratégico.

Hoy muchas compañías en Chile tienen los datos divididos en diferentes áreas, afectando su calidad y reduciendo la sinergia de tenerlos juntos, para poder llevar a cabo cualquier tipo de análisis y sobre todo para contar con IA. En muchos casos hay un conflicto constante entre el área de TI y la de análisis, sobre quién tiene los datos. ¿Dónde deberían estar estos datos? Coincido con lo que dijo Cuky Pérez al respecto; lo más cerca de la unidad de negocios.

Está en nuestras manos que los próximos 30 años sean la época dorada de América Latina, pero hay que cambiar el paradigma: nuestra obsesión debe ser tener los mejores datos, pero también que estos jueguen un rol estratégico en las decisiones de las empresas. Dejemos que el dato mande, quizás así nuestra región despegue.

 
El MercurioAlicia Hamilton