Distancia a locales de votación pudo haberse acortado en un 60% según análisis

 

Estudio de Unholster y el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) revela el efecto que podría haber tenido la implementación de la ley que pretendía acercar el lugar de sufragio a domicilio de electores.

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Estudio de Unholster y el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería revela el efecto que podría haber tenido la implementación de dicha reasignación.

La empresa de análisis de datos Unholster y el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) realizaron un estudio que develó que, de haberse aplicado la ley para asignar los locales de votación más cercanos a los domicilios de las personas, se habría reducido hasta en un 80% las distancias en algunas comunas y un 60% en promedio a nivel regional.

Unholster y el ISCI llevaron a cabo el ejercicio de georreferenciar siete millones y medio de direcciones de la Región Metropolitana, a través de datos públicos disponibles en el Servicio Electoral, y asignaron a los votantes a su local de votación más cercano.

La aplicación anterior resultó en la disminución en promedio de un kilómetro, en comparación con el sistema de asignación actual de locales de votación.

Según indicaron desde las instituciones desarrolladoras del análisis, en el caso de Macul, con la asignación actual, un votante puede viajar más de 3 kilómetros para ir a votar. En cambio, si se aplicara la optimización del proyecto, la diferencia disminuiría un 85%; es decir, la distancia nueva sería solo 500 metros.

Mismo caso para Puente Alto, cuyos votantes deben recorrer en promedio 2,2 kilómetros para ejercer su derecho a sufragio, cuando, según esta asignación podrían hacerlo a solo 0,9 kilómetros si se aplicara la ley.

El análisis indicó que con la nueva normativa, solo dos comunas tendrían distancias apenas superiores a los 1,5 km entre los votantes y su local de votación (Colina y Lampa), y el resto de comunas de la Región Metropolitana estaría por debajo de esta cifra; por el contrario, con el sistema actual de asignaciones, 15 comunas superan con creces los 2 kilómetros de distancia a los recintos electorales.

Además, el equipo de analistas de Unholster y el ISCI sugirieron la apertura de nuevos locales en las comunas de Melipilla, Lampa y Colina, lo que se traduciría en una mejora aún más notoria de los tiempos y distancia de traslados de los votantes a sus recintos receptores de sufragios.

Los datos obtenidos en el análisis, además, revelaron diferencias preocupantes en las distancias de las distintas comunas medidas.

Por ejemplo, los votantes de Melipilla deben, en promedio, movilizarse más de tres kilómetros para hacer efectivo su derecho a voto, cifra muy por encima del kilómetro que debe recorrer un votante de Independencia. Según indicaron los ingenieros integrantes del grupo de análisis, existe una necesidad de actualización del sistema de asignación de locales de votación a fin de lograr una distribución que genere más equidad en ese aspecto.

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El motivo tras el análisis tuvo que ver con la imposibilidad de implementación de la normativa nueva de asignación de locales electorales, dado que desde el 19 de agosto el proyecto se encuentra en el Tribunal Constitucional (TC), por lo que quedaría fuera de plazo para la puesta en marcha con miras a las elecciones presidenciales y parlamentarias del 21 de noviembre, situación que fue lamentada por el Consejo Directivo del Servicio Electoral.

El gerente general de Unholster, Antonio Díaz- Araujo, valoró el trabajo del Servel, pero indicó que el país está “al debe en hacerles la vida más fácil a los votantes e incentivarlos a sufragar”. Además, señaló que desde el mundo privado “ya hemos resuelto este tipo de problemas anteriormente para otras industrias y contamos con la tecnología y capacidad para solucionar el conflicto de la distancia de la ciudadanía a su local de votación”

Por su parte, el académico de la Universidad de Chile e ISCI, Marcelo Olivares, calificó de “preocupante” la disminución de los niveles de participación electoral, “sobre todo si se puede arreglar”. Esto porque, según argumentó el académico, “no solo hay un desincentivo, sino que además actualmente hay muchas diferencias entre las comunas en términos de cuánto se moviliza un habitante para ir a votar”.

Para Olivares, la solución radica en “lograr una distribución que genere mayor equidad en ese aspecto”, pues según diagnosticó, “la inequidad en el acceso a votar es un tema fundamental en los sistemas de votación”.

En esa línea, Díaz-Araujo señaló que “el contar con un local de que quede cerca y no implique doblar esfuerzos para asistir a votar es un gran incentivo que, estamos convencidos, aumentaría el número de votantes”.

Durante la semana, el Servel anunció que no se podrá implementar la nueva normativa, al tener un plazo de 60 días previo a una elección para la publicación del padrón definitivo de electores, documento que debe indicar la mesa y local de votación para cada elector; por tanto, sería imposible su implementación para los comicios de noviembre, sin contar con que el proyecto sigue estando en el Tribunal Constitucional.