¿Rindió el dinero gastado en las campañas? Las nuevas claves tras la megaelección
Un informe de Dedide Chile, de Unholster, revela qué bloques tuvieron una mayor y menor eficiencia entre los aportes recibidos y los votos obtenidos.
La efectividad del gasto electoral es otro de los paradigmas derribados por los resultados de la Convención Constituyente y otros comicios de la megaelección del 15 y 16 de mayo. Hasta ahora los ingenieros electorales funcionaban sobre la base de que los candidatos con mayor financiamiento podían amplificar su mensaje, lo que generaba más conocimiento y mejoraba su desempeño en las urnas. En la primera aproximación sobre la materia que existe hasta ahora, la conclusión es que no ocurrió así en esta ocasión.
Según un informe preparado por Decide Chile, de Unholster, "resulta ser abismante" la diferencia entre la billetera electoral de un candidato de la lista única de la centroderecha y derecha con uno de la lista de independientes que logró elegir más convencionales. Los cálculos que realizan consideran el total de aportes por pacto informados por el Servicio Electoral, sobre la base de la norma legal que regula las donaciones y transferencias a las campañas, y los votos captados en la reciente elección.
El ejercicio muestra que el pacto que recibió más recursos, Vamos por Chile (militantes e independientes en cupos UDI, RN, Evópoli, PRI y Republicanos), terminó gastando un promedio de $112,8 millones en la campaña de cada uno de sus 37 candidatos electos. En contraste, el bloque que obtuvo menos recursos, la Lista del Pueblo, tuvo un mejor rendimiento de esos recursos: eligió a 27 convencionales con un gasto unitario de campaña que llegó a $3,8 millones promedio, casi 30 veces menos.
Si se hace el mismo ejercicio, pero solo respecto solo de los votos recibidos, muestra que el mayor rendimiento del gasto de campaña lo tuvieron la Lista del Pueblo ($115 por voto), los independientes No Neutrales y Nueva Constitución ($408 por voto) y Apruebo Dignidad ($487 por voto). Vamos por Chile, en cambio, gastó $3.478 por sufragio, y la ex-Concertación agrupada en Lista del Apruebo, $1.323.
"Tras los resultados de esta elección, las tradicionales formas de campaña están siendo enjuiciadas y se torna urgente un cambio de estrategia, una renovación, una actualización a los tiempos actuales. El discurso y la retórica como mecanismo de motivar al votante parece ya no funcionar en este nuevo marco", afirma el texto de Unholster.
La creciente transparencia en el financiamiento de la política ha permitido conocer no solo los aportes, donaciones y transferencias que recibe cada candidato, sino además quiénes son los donantes cuando su aporte supera un nivel mínimo.
El caso de la Gobernación Metropolitana
El análisis también considera lo ocurrido en la elección de gobernador en la Región Metropolitana, donde pasaron a segunda vuelta el candidato de de Unidad Constituyente, Claudio Orrego (DC), y la aspirante del Frente Amplio, Karina Oliva. En tercer lugar quedó la postulante del partido Ecologista Verde, Nathalie Joignant; luego la candidata de Chile Vamos y
exministra de Bienes Nacionales, Catalina Parot; el postulante del Partido Humanista, Pablo Maltés, y a continuación el militante del Partido Republicano José Manuel Rojo Edwards.
Con la mista metodología, el informe revela cómo se rentabilizaron electoralmente los aportes de campaña, de acuerdo al total de votos conquistado por cada aspirante.
Los datos de Unholster muestran que Claudio Orrego gastó 3,6 veces más dinero por voto que Karina Oliva. La pregunta ahora es cuál será la estrategia de ambos candidatos para la segunda vuelta, ante la necesidad de afinar el gasto.
"Si se insiste en un esquema de publicidad tradicional, es poco probable que llegue al público de Joignant [que tuvo mensajes en la línea ecologista y contra el proyecto Alto Maipo] o incluso asegure que los mismos que fueron a votar el fin de semana pasado también concurran a las urnas el 13 de junio", dice el reporte. También apunta a la via del micro targeting, canalizando mensajes específicos para una audiencia específica.
Entre quienes quedaron en el camino, Joignant invirtió 10 veces menos por voto que Pablo Maltés. "Si bien Parot fue quien más dinero desembolsó, con 760 millones, salió en cuarto lugar, lo que concluye que el tamaño de la billetera electoral no trae consigo una mayor cantidad de votos si no existe una estrategia clara detrás", afirma el reporte.
La billetera de los alcaldes
Las lecciones que se pueden extraer sobre el marketing electoral en el caso de constituyentes y gobernadores, se ven desafiadas cuando se revisa qué ocurrió en la campaña municipal.
Siguiendo la metodología de Unholster sobre total de aportes, total de votos y candidatos electos, la mayor efectividad de la inversión estuvo en aquellos postulantes fuera de pacto: eligieron 105 alcaldes con un gasto de campaña de $13,9 millones cada uno. A la hora de los pactos, lidera Chile Vamos con 88 alcaldes y un gasto unitario de $30,5 millones. Porque no se trata de solo de gastar menos, sino hacerlo consiguiendo los mayores resultados posibles.
El análisis no debería obviar situaciones como la del bloque Dignidad Ahora (partidos Humanista e Igualdad), que eligió apenas tres alcaldes con el mayor gasto unitario, que asciende a $53,7 millones. Este dato se compara desfavorablemente con lo ocurrido en la campaña del pacto Unidos por la Dignidad (DC, PRO y Ciudadanos) que consiguió 60 alcaldes con la inversión electoral más baja, de $14,1 millones per cápita.